Horda de muertos vivientes - Reseñas

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Lanzado el pasado 15 de mayo en Xbox One, Windows PC y Nintendo Switch, Undead Horde aterriza en el mundo de Sony justo en el turno de la octava y novena generación de consolas, ingresando a la tan discutida lista de títulos de generaciones cruzadas. La revisión propuesta a continuación se dedicará a una prueba en PlayStation 4, por lo que no se examinarán las características únicas de PlayStation 5, como los activadores adaptativos mencionados en los requisitos del sistema en la página de PlayStation Store para este título.



El advenimiento de una amenaza ahora olvidada

La trama desarrollada por 10tons Ltd. definitivamente no es una de las mejores; es un simple punto de partida para justificar las masacres sin fin que acompañarán las aventuras del protagonista. Este último, un antiguo nigromante que pasó muchos años en cautiverio dentro de una urna sellada mágicamente, logra liberarse gracias a la negligencia de su archienemigo, el Rey Paladín Benevictor. Agotado por el tiempo que ha pasado dentro de su prisión, tendrá que recuperar sus poderes originales para enfrentarse a los ejércitos enemigos y tratar de obtener una venganza que ha probado durante siglos.


Después de un breve tutorial, el Hechicero Oscuro llegará al interior de un santuario ahora olvidado, un lugar que servirá como centro en el que realizar actividades de gestión. Aquí, en primer lugar, será posible organizar su ejército, interactuando con estatuas de roca que representan las diferentes unidades enlistables. En las primeras etapas, los minions, como los llama el protagonista, son simples muertos vivientes con un potencial ofensivo y defensivo muy bajo pero, a medida que avances, desbloquearás peones mucho más confiables, como osos esqueléticos y orcos sedientos de sangre. Además, podrás reponer tus filas con los jefes repartidos por los mapas que, una vez derrotados, pueden garantizar un apoyo verdaderamente excepcional.


Además de ser la sede de reclutamiento, el santuario es también el lugar donde se pueden comprar útiles ítems para ser incluidos en el equipo del Nigromante, que consiste en un arma principal, un bastón mágico y algunos accesorios que serán de mucha utilidad durante las peleas. Sin embargo, como suele ocurrir en los videojuegos, los recursos adquiribles no alcanzan los mismos niveles que los liberados por los oponentes derrotados, por lo que en la mayoría de los casos vale la pena guardar monedas que podrían ser útiles para contratar a los jefes que se aniquilarán.

Mata, resucita y vuelve a matar

Una vez finalizada la fase puramente de gestión, entrarás de lleno en la de la "simulación de nigromancia" que combina elementos de acción RPG, estrategia y hack 'n' slash, todo organizado con un sistema de misiones consecutivas. El Hechicero, al disponer de un mapa no demasiado articulado en el que los objetivos están muy claramente indicados, deberá moverse por zonas de juego lineales repletas de hordas de enemigos, aniquilables utilizando tanto los minions a su disposición, tanto ataques físicos como mágicos, estos últimos pueden modificarse de acuerdo con las estrategias individuales y puede coordinarse con las habilidades que ofrece el propio equipo. Es recomendable organizar planes sencillos pero efectivos, evitando toparse con una gran cantidad de enemigos y aniquilar cuanto antes los edificios repartidos por el mapa, donde se reclutan las fuerzas enemigas.


Cada batalla causará muertes masivas en ambos lados. Sin embargo, no siempre será necesario volver al eje principal para reorganizar tu ejército, pero será suficiente con aprovechar las habilidades de resurrección del protagonista para enlistar a los rivales caídos, respetando el número máximo de unidades contratadas dictadas por tu nivel. . Además, para aliviar el caos de algunos enfrentamientos y brindar el tiempo necesario para activar la resurrección, el equipo de desarrollo ha decidido insertar un escudo mágico temporal muy útil que se activa automáticamente cuando la vida del protagonista se acerca a cero. Esto le permitirá reorganizar sus ideas para decidir rápidamente si continuar la batalla o batirse en retirada.


Uno de los componentes más divertidos propios de los juegos de rol de acción es el de la mejora progresiva del personaje. En este título sin duda merece una nota de mérito gracias a su originalidad. El Nigromante, de hecho, después de haber obtenido la experiencia necesaria para subir de nivel, tendrá que elegir entre tres cartas diferentes, cada una de las cuales representa una rama específica de especialización con los puntos de habilidad relativos (Vida, Maná, Capacidad del Ejército y Daño) distribuidos. con el fin de proporcionar una especie de "clase". De este modo, los jugadores podrán elegir si se centran en una sola construcción o si crean un protagonista híbrido capaz de aprovechar al máximo cada estrategia.

Un ciclo sin fin de aparente muerte

Tardarás de ocho a nueve horas en completar la campaña de la Horda de los no muertos y así obtener la tan ansiada venganza, unas cuantas más si quieres conquistar por completo todos los territorios del mapa. El camino que llevará al protagonista a enfrentarse nuevamente con el Rey Paladín Benevictor será difícil en ocasiones, especialmente cuando habrá hordas de enemigos agrupados, pero ciertamente no imposible de completar ya que no hay un juego real terminado; de hecho, cada vez que pierde todos sus puntos de vida, el Nigromante no hará más que reaparecer dentro del centro, curado de sus heridas y con la única penalización banal de tener que reclutar nuevos elementos para su ejército.


En cuanto a la jugabilidad en general, el título demuestra estar muy bien desarrollado, y no muestra caída en la velocidad de fotogramas a pesar de la gran cantidad de minions que ocupan la escena. Además, las mecánicas de desplazamiento rápido entre un nivel y otro también están bien estructuradas, que se caracterizan por una carga muy rápida. Desafortunada, pero soportable dada la inutilidad de la trama, sin embargo, la opción de no incluir la localización en italiano, aunque puede elegir entre una lista de diez idiomas diferentes.


¡Revivamos esta horda de píxeles!

Desde el punto de vista gráfico, 10tons ha dado vida, a pesar de la cautivadora sencillez de algunos modelos y la repetitividad de los mapas, a un mundo de terror fantástico que rezuma personalidad por todos los poros. Desafortunadamente, la falta de detalles y la decisión de usar una técnica low poly combinada con una cámara con vista superior hace que a veces sea difícil entender si los componentes de tu ejército o enemigos están muriendo durante las batallas más caóticas, lo que obliga a los jugadores a orientarse casi exclusivamente con la barra que representa la cantidad de unidades presentes en su propia formación.

La suficiencia también la alcanza el sector sonoro, que encuadra en su papel de puro acompañamiento de fondo sin llegar nunca a picos de epicidad, lo que lo hace agradable pero muy lejos de tener un carácter propio y identificativo.



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