Montañas solitarias: cuesta abajo - Recensione

Montañas solitarias: cuesta abajo - Recensionerelación

Si te encanta la adrenalina y las montañas, ¡Lonely Mountains: Downhill es para ti! La sensación de poder chocar a cada paso, asociada a paisajes encantadores, te apasionará este juego en el que la bicicleta y la naturaleza son los maestros. Aquí está nuestra reseña.



Lánzate a que es suave

Los chicos de Megagon Industries han creado un juego simple pero divertido y el núcleo del juego, que es la jugabilidad, se basa en la simplicidad. Solo hay tres mandos: pedalear, acelerar y frenar, así como la palanca direccional con la que mover al ciclista. Intencionalmente delgado, el panel de control consigue que nos concentremos en el camino a recorrer y no crea distracciones por tener que pulsar determinadas teclas o combinaciones abstrusas.


Pero ojo, aquí está la contraseña: ojo, porque durante la gran distancia de los caminos llenos de baches siempre tendremos que estar concentrados, ya que las variables que encontraremos serán muchas. La principal dificultad en el descenso será mantener el control del vehículo para permanecer en el camino y esquivar los obstáculos que se encuentran al borde del camino y que, de ser golpeados, destrozarán inevitablemente las ruedas de nuestra bicicleta de montaña.

La montaña más alta para escalar es la que está dentro de nosotros.

En Lonely Mountains: Downhill hay cuatro montañas y en el lado de cada una hay cuatro pistas distintas, para un total de dieciséis. Para poder bajar todos tendremos que superar unas pruebas de pericia que consisten en evitar chocarnos demasiadas veces durante el recorrido o terminar la carrera en un tiempo menor al preestablecido. El nivel de desafío no debe subestimarse en absoluto, de hecho cada error más mínimo será castigado y tendremos que iniciar el descenso desde esos sagrados puestos de control que, afortunadamente, se encontrarán con bastante frecuencia en el camino.


Las pistas de todo el juego están muy bien cuidadas y una cosa sumamente interesante es que no ofrecen un camino único sino que, por el contrario, te animan a explorar nuevos itinerarios, tanto para evitar algunos obstáculos difíciles como para ahorrarte unos preciosos segundos. . Así que no tengas miedo de hacer algún "fuera de pista" saludable, te ganará la contrarreloj y sobre todo la diversión.

La técnica de descenso es importante, y no solo eso

Los gráficos de estilo low poly, simples y limpios, son perfectos para crear una sensación de paz y tranquilidad mientras salimos a la pista a una velocidad vertiginosa. Las vistas resultantes son bucólicas y en ocasiones incluso frenaremos para poder disfrutarlas mejor. La cámara desde arriba que encuadra a nuestro motociclista hace un buen trabajo, siguiéndolo siempre asiduamente, aunque en breves instantes los obstáculos se colaran en la vista bloqueándola y dejándonos en la oscuridad sobre lo que nos vamos a encontrar. Esto puede parecer negativo, pero a nosotros nos pareció un elemento más capaz de crear suspenso y hacernos correr un escalofrío por la espalda, sintiéndonos privados de la capacidad de decidir el destino de nuestro piloto. En definitiva, un simpático error, dado que la mayoría de las veces esto pasa nuestro ciclista saldrá casi ileso.


Si recibe un golpe en la cabeza, escuchará a los pájaros

La música de fondo no está presente, pero deja amplio espacio para efectos ambientales, una sinfonía de pájaros cantando o el gorgoteo del agua de los ríos que saltaremos o atravesaremos de vez en cuando, así como, por supuesto, el ruido de nuestra bicicleta a la deriva. Una elección arriesgada que, sin embargo, resulta excelente para incrementar la implicación del jugador. Los controles responden muy bien y se pueden tolerar pequeñas manchas episódicas. El sector que recrea la física del juego también es excelente aunque a veces te pone un poco nervioso con episodios absurdos, como cuando, después de haber saltado un barranco sin fondo imitando a intrépidos dobles, si tocas una rueda con la rueda. Caeremos como niños a quienes se les acaba de quitar las ruedas.



No olvidemos el gran departamento dedicado a la personalización. Al completar ciertos desafíos, recibiremos piezas de bicicleta que nos permitirán utilizar vehículos con características únicas que anteriormente estaban bloqueadas. En total tenemos seis bicicletas a nuestra disposición. Y superando los numerosos desafíos que nos presenta, también podremos tener ropa para nuestros ciclistas cada vez más de moda y pinturas especiales para los cuadros de nuestros coches de carreras. También es posible personalizar a nuestro ciclista, eligiendo el sexo, el casco y los peinados; sin duda para probar a la señorita de la barba y el bigote, que siempre tiene su propia razón. En serio, los desarrolladores podrían bloquear esta combinación. O para los programadores, el dicho "a la mujer bigotuda siempre le gustó" realmente se aplica, ¡quién sabe!



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